jueves, 29 de agosto de 2013

Cuartilla. Explicación gráfica

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domingo, 25 de agosto de 2013

e-books

"Los defectos de los e-books son graves: muchos de ellos ni siquiera tienen cubierta, sus páginas legales vienen incompletas (cuando existen), los índices parecen trazados por malos estudiantes de secundaria, los formatos son un problema, la caja de texto está mal maquetada, y no hablemos del colofón, una suerte de utopía. Por si lo anterior no fuera suficiente, hay errores en los contenidos..."

En "Diseño editorial en tiempos del libro electrónico, un caso lamentable", de malaletra.com

jueves, 15 de agosto de 2013

Eco: "Con una ojeada..."

"Trabajo en una editorial, y por una editorial pasan cuerdos y locos. La función del redactor consiste en reconocer a los locos con una ojeada […] Cada uno de nosotros de vez en cuando es un cretino, un imbécil, un estúpido o un loco. Digamos que la persona normal es la que combina razonablemente todos esos componentes o tipos ideales. […] El estúpido es muy insidioso. Al imbécil se le reconoce en seguida (y al cretino ni qué decir), mientras que el estúpido razona casi como uno, sólo que con una variación infinitesimal. Es un maestro del paralogismo. No hay salvación para el redactor editorial, debería emplear una eternidad. Se publican muchos libros escritos por estúpidos, porque a primera vista son my convincentes. El redactor editorial no está obligado a reconocer al estúpido. No lo hace la academia de ciencias, ¿por qué tendría qué hacerlo él?

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Umberto Eco, El péndulo de Foucault.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Se lo necesita

"El editor, además de publicar el libro, y ponerle su sello, que es algo distintivo, esencial, para llegar al lector con la impronta de una colección o de un nombre que lo distinga de otras procedencias, es quien orienta al escritor en sus momentos de vacilación. Y no sólo eso: lo orienta para que publique y también para que no publique, para que no se exceda o para que se exceda. Lo orienta para que sea mejor escritor, para potenciarlo, no para controlarlo; para ayudar a que sea lo que quiere ser. El resultado de esa función es mejor cuanto más anónima sea; el editor trabaja para que sobresalga el escritor, no para que sobresalga él mismo. Las tentaciones de los editores de ponerse delante de los autores acaba siempre en fracaso, porque la función del editor es la del confesor, no la del publicista."

Juan Cruz, "Necesidad del editor", en El País, 31 de mayo de 2013.

lunes, 12 de agosto de 2013

Profesionales de la edición rechazan acuerdo SEP-Academia Mexicana de la Lengua

La Asociación Mexicana de Profesionales de la Edición, AC (PEAC), que desde hace dos décadas pugna por defender los intereses y derechos de los correctores de estilo, al tiempo que imparte cursos para su capacitación, recibió con desaliento la noticia de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Academia Mexicana de la Lengua (AML) firmaron un convenio de colaboración como resultado de los errores gramaticales y de conceptos encontrados en los libros de texto gratuitos para el ciclo escolar 2013-2014.

Si bien, según el comunicado 115 de la SEP, este convenio será para establecer una política nacional de materiales educativos y para que los textos gratuitos sean vehículo del buen español, también indica que la Academia revisará el uso correcto de las normas gramaticales, ortográficas, de sintaxis y del léxico en esos materiales. Todo sería una buena noticia de no ser porque la AML asume funciones que no le corresponden ya que ése es un trabajo específico de los profesionales de la corrección.

Ya que el secretario de Educación, Emilio Chuayfett, reconoció que “la corrección ortográfica es el pilar más importante de la comunicación, esencial para consolidar nuestra identidad cultural”, y que “la ortografía es, en este sentido, un deber (y) un derecho de los ciudadanos libres”, PEAC exige que esa tarea de corregir quede a cargo de los correctores de estilo, quienes en su mayoría están capacitados para ello y pronto serán certificados por las instancias competentes.

A la vez, PEAC rechaza la desafortunada declaración del director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, Joaquín Díez-Canedo, quien según reportes periodísticos dijo que: no vale la pena buscar a los responsables (de los errores gramaticales en los libros de texto) para sancionarlos, pues “podría tratarse de un corrector de estilo freelance, que gana tres mil pesos”. Tal postura evidencia un desprecio total hacia este gremio, que por criterios así ha sido marginado de la cadena de producción editorial pese a ser un eslabón importante de ella.

PEAC ha impartido cursos desde 1993 y ha formado ya tres generaciones –va en la cuarta- de correctores profesionales de estilo editorial mediante un diplomado que, con reconocimiento de la UNAM, imparte su Academia de las Artes de la Escritura; además de que junto con otros especialistas trabaja con la Cámara Nacional de la Industria Editorial (Caniem) y el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (Conocer) para certificar las competencias laborales de este grupo, por lo que puede garantizar que tanto los egresados como los demás miembros de la Asociación están debidamente capacitados para revisar todo tipo de textos.

(tomado de Red Financiera MX)